Entre idiomas y fronteras: ¿Cómo se organiza la mente bilingüe de los migrantes?

Autores/as

  • Armando Quetzalcóatl Angulo Chavira Facultad de Psicología, UNAM
  • Alejandra Mitzi Castellón Flores Facultad de Psicología, UNAM
  • Natalia Arias Trejo Facultad de Psicología, UNAM

Palabras clave:

Lenguaje, idioma, palabras, biligüe, migración

Resumen

En una madrugada silenciosa, Ramón cruza el desierto entre México y Estados Unidos con ayuda de un “coyote”. En otro rincón del país, Xóchitl camina desde su pueblo nahua con rumbo a la ciudad de Guadalajara. Al mismo tiempo, Charlotte vuela desde Canadá hacia México en busca de otras oportunidades.

Tres personas, tres destinos, y un desafío común: adaptarse a un nuevo entorno donde el idioma no es su lengua materna. Ramón enfrentará el reto de aprender inglés para comunicarse en un país donde su lengua materna puede representar una barrera. Xóchitl, al llegar a la ciudad, tendrá que lidiar con la distancia cultural y lingüística entre el náhuatl que aprendió al nacer y el español que necesita para sobrevivir. Charlotte, por su parte, encontrará en el español no solo una herramienta de integración, sino también un recordatorio constante de su condición de extranjera.

Historias como estas son parte de una dinámica migratoria diversa que define a México. Millones de personas se desplazan cada año, ya sea dentro del país o hacia el extranjero, impulsadas por factores económicos y sociales, entre otros. Anualmente, más de 350,000 personas indígenas abandonan sus pueblos natales para mudarse a otras regiones de México (Cárdenas Gómez, 2014). El último censo del INEGI mostró que más de 800,000 mexicanos partieron hacia otros países (INEGI, 2020). Además, en 2023, se reportó que México alberga a más de 250,000 residentes nacidos en el extranjero (Organización Internacional para las Migraciones (OIM, 2023), muchos de ellos provenientes de Estados Unidos.

Más allá de los desafíos físicos o culturales, la migración trae consigo un profundo impacto en la manera en que las personas procesan y utilizan el lenguaje. Para los migrantes bilingües, como Ramón, Xóchitl y Charlotte, aprender y manejar dos sistemas lingüísticos significa mucho más que traducir palabras; es un ejercicio constante de adaptación mental y cultural.

En este artículo exploraremos cómo la migración transforma la relación de las personas con el lenguaje. Analizaremos los retos de comunicarse con un idioma nuevo, los cambios en el uso de la lengua materna y los procesos mentales que permiten alternar entre dos mundos lingüísticos.

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Publicado

2025-04-04