Aspergillus niger, ¿un microorganismo destructor o creador?

Autores/as

  • Maria Fernanda Vargas Torrico Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada - Unidad Legaria, Instituto Politécnico Nacional
  • Erich von Borries Medrano Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional
  • Guadalupe Stefanny Aguilar Moreno Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada - Unidad Legaria, Instituto Politécnico Nacional
  • Rocio Alejandra Mata Villanueva Instituto Tecnológico de Milpa Alta, Tecnológico Nacional de México,

Palabras clave:

Aspergillus niger, ácido kójico, saprófito, alimentos, moho negro

Resumen

En 1729, un sacerdote-micólogo florentino, describió por primera vez el género Aspergillus. Le dio ese nombre porque las características de la estructura portadora de esporas del género se parecían a un Aspergillum, dispositivo utilizado por la iglesia católica para rociar agua bendita. Aspergillus es un género con alrededor de 837 especies, y son conocidas como los hongos más abundantes en el mundo junto con Fusarium spp. y Penicillium spp.

El Aspergillus es un microorganismo saprófito; es decir, necesita de otro organismo para crecer y alimentarse. Este hongo se encuentra en el medio, y crece especialmente en ambientes con baja humedad, aunque puede crecer en distintos ambientes y, por tanto, es un hongo agresivo que causa deterioro acelerado en cultivos pre y poscosecha. Las especies más conocidas de este hongo son A. niger, A. flavus, A. terreus y A. fumigatus.

Aspergillus poseen una estructura filamentosa formada por cadenas de células llamadas hifas, donde sobresalen extremidades conocidas como conidióforos y una cabeza localizada en el extremo de cada conidióforo conformada por una vesícula, fiálides y conidios. Sus conidios se producen en cantidades elevadas; se reporta que una colonia puede producir hasta mil millones de esporas por m2. La germinación de las esporas está influenciada por sus características y por las condiciones ambientales, como la luz, el pH, el dióxido de carbono, el agua y los nutrientes disponibles. No obstante, en un estudio reciente se demostró que el A. clavatus y A. nidulans pueden germinar en agua purificada; es decir, estas especies no necesitan nutrientes para iniciar su germinación.

Las especies de Aspergillus producen importantes micotoxinas, en particular aflatoxinas, que son compuestos tóxicos -generados principalmente por A. flavus, A. ochraceus, A. carbonarius y A. niger (aunque este último es de mucha menor importancia). En grandes cantidades, estos pueden provocar enfermedades en humanos, como la aspergilosis invasiva: enfermedad muy grave y potencialmente mortal, especialmente en pacientes inmunocomprometidos; las esporas del Aspergillus se alojan en los pulmones ocasionando obstrucción pulmonar, acompañado de fiebre y malestar. Este tipo de enfermedades se las detectan mediante análisis de medio de cultivo y se tratan con antifúngicos. La presencia de micotoxinas en un alimento indica que, en alguna etapa de la producción o procesamiento, las condiciones fueron favorables para el crecimiento de un hongo; es decir, es un alimento contaminado que debe ser desechado. De ahí la importancia de la correcta desinfección de alimentos, específicamente de frutas y hortalizas, antes de su consumo.

 

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Publicado

2025-04-04 — Actualizado el 2025-04-04